Escatrón Confidencial: El hombre que nos devolvió la historia

“ Que se comporta con altruismo o le mueve el afán de procurar el bien ajeno sin esperar nada a cambio”. Así define el diccionario el concepto altruista. Definición que se ajusta perfectamente a la persona de Bautista Antorán: 50 años buceando entre archivos, papeles y legajos, los mismos que lleva hablando con sus vecinos, con los más mayores  -quienes tienen su memoria repleta de historia- para tratar de reconstruir la propia historia de Escatrón. Y todo por amor… a su pueblo.

Hablamos con el autor, mientras firma ejemplares de su segundo libro Anales Escatrón del Siglo XX. Nos sorprende comprobar cómo Bautista recibe a cada uno de sus lectores haciendo uso de su nombre y apellidos. Damos fe de que mientras ahí estamos, todos los que pasan por la mesa le son conocidos. Nos dedica unos minutos que se pasan volando. Es cuando nos damos cuenta de lo fascinante que es nuestra pequeña historia y de lo difícil que es contarla. Por suerte lo tenemos a él.

Bautista personaliza todas las dedicatorias

Bautista personaliza todas las dedicatorias

 

 

¿Desde cuando ese interés por la historia de Escatrón?

Con motivo del servicio militar de marzo del 64 a finales de junio del 65, en la lejana ciudad de Ceuta. Estuve 13 meses sin permiso, lo que fue un recuerdo constante de pensar lo que había sido la historia de nuestro pueblo. Al volver licenciado, bajé a las oficinas del Ayuntamiento para pedir información, contestándome el secretario Francisco Monesma Capdevila que solo tenían documentación desde el 12 de marzo de 1938, cuando las tropas nacionalistas del General Franco tomaron Escatrón y se creó el nuevo Ayuntamiento. Todos archivos se habían quemado y arrasado.

Cruel. Pero paradójico. Porque si los archivos del Ayuntamiento se hubieran conservado intactos, Bautista no habría empezado esa peregrinación, tan obstinada como productiva, de archivo en archivo entre escritorios y anaqueles.  Y así, por mor de la sinrazón de una guerra perdimos la memoria entonces y la empezamos a recuperar ahora. Nunca es tarde…

Desde ese lejano 1965 ¿En cuantos archivos diría  ha estado investigando?

Sobre las investigaciones llevadas a cabo para conocer la información que se hace constar en el libro, tengo que mencionar como más importantes: El Histórico provincial, el de la Diputación de Zaragoza con su biblioteca, el del Palacio Arzobispal, Delegación del Gobierno en Zaragoza, Cárcel de Zuera, Instituciones penitenciarias en Madrid, Cementerio de Torrero, biblioteca y archivo municipal de Alcañíz, Popular de Tortosa, Archivo de Salamanca, municipal, parroquial, cámara agraria y cooperativa del campo de Escatrón y biblioteca municipal de Andorra (Teruel).

Y los enumera con el mismo esfuerzo con otros recitamos la lista de compra. Detrás de cada nombre, de cada lugar, hay horas y horas de trabajo de amanuense antiguo y lector ávido. Y sin embargo, lo que verdaderamente hace de Bautista un verdadero investigador de campo es su capacidad de bajar a la arena, pasear las calles de su pueblo y sentarse con sus gentes para, memoria a memoria, recomponer nuestra historia más íntima y cercana.

Sin embargo no todo es bucear por los archivos. ¿no?

Al final de la década de los 60 del siglo pasado, fui tomando notas a través de informaciones en periódicos y bibliotecas locales, conversaciones con mi padre y otras personas mayores que tenían cierta formación y recuerdo de tiempos pasados y sobre todo de la guerra civil, aunque todo el mundo era reacio a contar lo que había ocurrido realmente. La formación en la escuela primaria estaba totalmente dirigida a la formación dentro del espíritu nacional sindicalista, que emanaba del poder establecido del general Franco.

Autodidacta como investigador… ¿Qué parte del trabajo resulta más complicada?

A primeros de la década de los 70, formé parte del Ayuntamiento como concejal elegido por la terna de sindicatos(era miembro del Jurado de empresa de la Calvo Sotelo). El alcalde de entonces Andrés Gimeno Campos, junto con el secretario en funciones Don Rafael Mantecón Navasal, a petición mía, me solicitaron a través del Ministerio de Información y Turismo, el carnet de investigador, puesto que yo al no ser ni profesor, ni tener carrera universitaria me era imposible acceder a los archivos más importantes del estado. Una vez obtenido el mismo empecé por el Histórico Nacional en Madrid continuando durante varios años en la búsqueda de documentos referidos a nuestro pueblo y al Monasterio de Rueda.

La mejor versión de nosotros mismos es la que ofrecemos cuando no esperamos nada a cambio. Es lo que ocurre con Bautista. No espera nada a cambio de su esfuerzo, si acaso poder regalar a los suyos una muestra en papel de todo ese esfuerzo de años. Y si hubiera beneficios derivados de esas ventas… un deseo.

El Ayuntamiento es el editor del libro. ¿Qué relación mantiene con el Ayuntamiento?

El Ayuntamiento con sus diversos alcaldes, siempre me han facilitado el acceso a todos los documentos que yo he pedido, haciendo un elogio a las diversas funcionarias que han intervenido en los últimos 40 años últimos, principalmente de Mª Pilar Polo Ríos y Mª Carmen Cervantes Aguerri. He hecho al Ayuntamiento una donación de todos mis derechos como escritor, pidiéndoles como regalo el 2% de los libros que se editen, para regalar a mis hijas, primos hermanos y diversos compromisos de personas que en su momento han colaborado conmigo en su ejecución. Si hubiera beneficios, que estos fueran directamente a mejorar acciones sociales hacia las personas más necesitadas y un ruego final: Que la antigua nevera totalmente enrunada  junto al Arrolladero detrás de la iglesia de San Javier, que estudie el Ayuntamiento desescombrarla, restaurarla y acondicionarla para posibles visitas turísticas en nuestro término municipal.

Si en nuestras estanterías solo brillara un ejemplar, podríamos considerarlo una anécdota, el resultado de un ímprobo esfuerzo de alguien empeñado en dar a conocer una pequeñísima parte de la historia. Pero es que este, Anales de Escatrón del siglo XX, es su segundo volumen. ¿Había aún más historia para contar?

En su primer libro hace un recorrido histórico desde los primeros asentamientos en el Cabezo de Muel hasta finales del siglo XX. ¿Qué aporta de nuevo este segundo libro?

La aportación de este nuevo libro está ligada con la lectura de los Boletines oficiales de la provincia de Zaragoza del el día 1º de Enero del año 1900 hasta finales de Julio de 1936, en que nuestro pueblo quedó aislado de Zaragoza. Fueron más de 100.000 páginas que tuve que leer, para sacar algunos datos que se hace mención en el libro. También con la aportación de los papeles del archivo de Salamanca, con la documentación depositada, cerca de 400 documentos, desde primeros de agosto de 1936 a primeros de marzo de 1938, con la entrada de las tropas nacionalistas en Escatrón

¿Qué ocurrió con el archivo civil y eclesiástico de Escatrón?

Los primeros días de agosto de 1936, con la llegada de las columnas anarquista procedentes de Barcelona, destituyen al Ayuntamiento formado la semana anterior, afines al golpe de estado y asaltan las casas de los terratenientes, el ayuntamiento y juzgado, la iglesia parroquial y la ermita de santa Águeda, haciendo una pira en la plaza con las imágenes, objetos de culto, órgano, bancos,  reclinatorios y todos los libros de los archivos.

Entre los muchos documentos que nos encontramos en su obra, muchos referidos a la Guerra Civil. Son testimonios donde aparecen nombres y apellidos. Por lo que se refiere a la Guerra Civil ¿Cree que ya estamos maduros para asumir nuestra propia historia sin rencores?

Para la gente joven, como lo ocurrido esta para ellos en la lejanía, si es cierto que hay bastante madurez, pero la gente más mayor que recuerdan hechos concretos y muertes violentas… hay en general perdón, pero no olvido.

En este libro se nos presenta la historia documentada: nada más objetivo. Pliegos y escritos en los que se recoge el día a día de Escatrón. Pequeñas historias que sumadas forman nuestra historia común. Más de 100.000 documentos revisados. Tantos que no podemos evitar preguntarnos no ya por lo que tenemos a la vista, sino por lo que ha quedado en el cajón.

Hay algunos documentos que todavía viven familiares que les pudiera afectar y he preferido dejarlos, de momento aparcados, pero públicamente los archivos están actualmente abiertos a todas las personas y con solamente el carne de identidad se tiene acceso a todos ellos. Algunos se refieren a juicios sumarísimos que acabaron en el paredón, y otros que por exiliarse las personas, ya no se pudieron aplicar. Con la amnistía, tras la democracia, los represaliados de la guerra civil quedaron sus penas archivadas.

¿Cuál es esa parte de la historia de Escatrón que le gustará seguir investigando?

Tengo bastante documentación a partir del siglo XIV y siguientes, sobre todo protocolos notariales, casamientos, dotes familiares con poder económico importante que por estar escritos en castellano antiguo y latín no he logrado sacarlos a la luz. Hay que tener en cuenta que yo no puedo leer estos testimonios porque no estoy preparado para ello. Es posible que algún día pudiera encontrar algún estudiante o especialista en estos temas y pudiéramos publicarlos.

¿Qué le gustaría decir que no le hayamos preguntado?

Mi mensaje va dirigido a todos mis amigos, familia, escatroneros ausentes y a muchísima gente que convivió con nosotros desde final de la década de los 40 hasta el 70. El trabajo realizado ha sido laborioso y muy emocionante, puesto que he podido encontrar documentación que hace 40 años me parecía imposible. También que mi labor ha sido totalmente altruista y que estoy orgulloso de ello al igual que mi   esposa, hijas y familia. Como final, mil perdones por los pequeños fallos o errores que podamos encontrar, como humanos a veces nos ocurren estas cosas.

¿Podemos esperar un tercer libro?

De momento no, quiero dejar aparcado todo lo referente a la investigación, pero no descarto seguir laborando en favor de nuestro pueblo al que lo llevo en lo más profundo de mi corazón.

Vamos terminando. Se hace la hora de comer y en el Ayuntamiento tan solo queda quien allí trabaja. Es verano y el sol de agosto cae de plano. Antes de irnos le pedimos que nos dedique el libro. Su dedicatoria es también un deseo: “…que con la lectura del libro conozcas un poco mejor nuestra historia y la lleves a gala por todo el mundo”.

Gracias por la entrevista. Y por brindarnos la posibilidad de saber más de nuestro pueblo, de nosotros mismos.

El autor firmando ejemplares de su último libro

El autor firmando ejemplares de su último libro

 

 

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