Escatrón, como muchos pueblos de la Ribera Baja del Ebro o del Bajo Aragón, aparece señalado en el mapa que llevan consigo los asiduos al turismo rural que buscan lugares no tan conocidos, menos frecuentados o más singulares. Hay ocasiones en que alguien llega al lugar en el que vives y te pregunta qué puede ver. A Escatrón, muchos vienen atraídos por el río, otros por el Retablo, los más por el Monasterio de Rueda. Pero los que se van habiendo visitado además el Tozal, se llevan consigo la imagen de un paisaje secular difícil de olvidar.

A la entrada del pueblo hay indicadores que nos señalan la dirección del Mirador de El Tozal. Así lo llaman: mirador. Y es que las vistas sobre el río Ebro, el azud, parte de sus meandros y el Monasterio de Rueda son, simplemente, espectaculares. De las que te dejan sin palabras si madrugas lo suficiente o trasnochas lo necesario como va ver salir el sol, o te detienes el tiempo justo para disfrutar de su puesta. El Tozal es uno de esos hitos que si no existiera habría que inventarlo: en Escatrón por lugares como este, podemos sentirnos unos privilegiados. Y por eso toca compartirlo. Y más ahora que, desde hace un par de meses, luce renovado.

Amanece en El Tozal

 

Más allá de los rigores de la canícula –en la que técnicamente acabamos de entrar- visitar El Tozal es, también, una experiencia lúdica. Con la cara recién lavada, sus mejores galas y el mejor de los currículum, en El Tozal de hoy los más pequeños podrán disfrutar de un parque infantil y los mayores de espacio para hacer deporte y activar cuerpo, mente y estómago antes de lanzarse a hacer barbacoas con el mejor de los ternascos. Y, por supuesto, la mejor de las vistas.

El Tozal de Escatrón al atardecer.

El Tozal de Escatrón al atardecer.

La intervención del Taller de Empleo sobre El Tozal ha rehabilitado la zona de merendero, ampliado y renovado el parque infantil y creado un espacio nuevo en el que se prevé el uso de máquinas de ejercicio para los más mayores.

Parque Infantil en El Tozal de Escatrón

Parque Infantil en El Tozal de Escatrón

Una vez estén acabadas las obras en su totalidad, El Tozal recuperará así la esencia de lo que siempre ha sido: un espacio integrado en la localidad. Allí estuvo el antiguo lavadero y allí permanece la mesa redonda de piedra que conocieron nuestros abuelos o el que llamaban “banco fino”, tras el depósito, donde las parejas festejaban a la puesta de sol. Allí quedan los ecos antiguos de los bailes en honor a la Virgen de Agosto y las sombras de alguna acacia que ha conseguido resistir el empuje de los pinos.

Punto informativo desde El Tozal

Punto informativo desde El Tozal

Sea como sea, sólo o en compañía, con niños o mayores, al atardecer a al amanecer… o con las chicharras recordándote los rigores del verano… El Tozal bien vale una visita. Es uno de esos lugares que, sin duda le gustaría encontrarse a quien sale de su casa y se aleja de la ciudad en busca de rincones fuera de lo común.

Así que ya sabes: si algún visitante te pregunta dile que en Escatrón tenemos mucho que ver: El Tozal, por ejemplo.

Fotografías de Gema Pina, Alberto Ballabriga y Susana Valero

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